Creencias¿Creéis que no?

Está claro que no se dan en todas las organizaciones y aunque se den, se darán en distintas intensidades y a lo mejor no en todos los miembros de la organización, pero que este resumen de creencias existe y está extendido es un hecho.

Y es este el momento en el que debemos de hacer una reflexión para el futuro cercano dentro de las organizaciones. ¿Podríamos decir que jefe y subordinado son las dos caras de una misma moneda?

Un empresario posee un proyecto y emplea unos recursos para desarrollarlo, pero necesita de mano de obra para ponerlo en marcha. No puede sobrevivir sin los empleados.

Los trabajadores necesitan de un trabajo para poder recibir una retribución que les permita cubrir sus necesidades fundamentales, con lo cual necesitas que un empresario de trabajo.

Si entendemos que no pueden existir el uno sin el otro, ¿por qué existen entonces las creencias o estereotipos anteriores?

Por otro lado, un superior resultará ser exitoso en su trabajo si su equipo es exitoso. Los subordinados tendrán también éxito, si el grupo humano al que pertenece también lo tiene.

Entonces ¿por qué siempre existe el antagonismo entre estas dos figuras, si uno sin el otro no pueden existir por separado?

Malo del superior que busca su bien a costa del perjuicio de sus subordinados. Malo también del empleado que busca su éxito individual sin importarle lo que le ocurra a la organización de la que forma parte.

Es aquí cuando debe de entrar a jugar el management y sobre todo el arte de cada uno para la resolución de conflictos.

El futuro de las organizaciones y del management pasa porque se rompan estos estereotipos y estas creencias que no son más que barreras. Claro que es difícil, pero ese debe de ser su cometido. El posicionarse en una dirección o en otra ha sido el error hasta la fecha. Hay que conseguir posicionarse en los dos lados de la balanza a la vez.

La primera cita tiene que ser perfecta o sino perderé a Marta! ¡Tengo que encontrar la combinación de ropa ideal o Roberto no se fijará en mí! ¡Debo ser divertido y gracioso en todo momento si no quiero que me rechace! ¿Cuántas veces nos hemos topado con creencias limitantes en las relaciones interpersonales? ¿Cuántas veces hemos deseado cambiar las creencias de este tipo?
En este artículo vamos a identificar qué tipos de creencias hay y a aprender a reconocer cuales nos benefician y cuáles nos perjudican o limitan. Basándonos en la psicología analizaremos algunas de las ideas irracionales más asociadas al mundo de las relaciones y en concreto a  mundos como “la seducción americana”; con el fin de tener puntos de partida donde empezar a mejorar.

Por otro lado, conoceremos cómo la formamos y cuál es su origen, así ampliaremos el conocimiento necesario para cambiar las creencias en las relaciones interpersonales entendiendo su interacción con el contexto y el papel que tomamos en él.

 ¿Qué es una creencia?
Una creencia es una idea o pensamiento que se asume como verdadero y qué genera las bases de nuestros comportamiento.  Dentro de todo el amplio espectro de creencias que cada uno de nosotros poseemos, a menudo oímos hablar en el área de las relaciones interpersonales de: creencias limitantes y creencias potenciales.


Tipos de creencias
El psicólogo Albert Ellis entendía que existen dos tipos de creencias:

Creencias irracionales: Se fundamentan en el absolutismo y la obligación, en expresiones implícitas o explícitas como “debes”, “tienes qué”, “siempre” etc. Por ejemplo: “Tengo que ser gracioso” “Mi vida será completamente maravillosa”. Como veis, la obligación y el absolutismo pueden poner trabas a nuestras conductas. ¿Qué pasa si a alguien no le parezco gracioso? ¿Y si mi vida en algún momento no es tan maravillosa y paso por una mala racha? ¿Entonces qué?

Sentimientos intensos como la culpa, la tristeza desproporcionada o la depresión podrían aparecer en este caso, obstaculizando o incluso bloqueando las acciones que deberían acercarnos a nuestro objetivo. Cómo no he cumplido lo que era absolutamente necesario para lograrlo, ya no puedo lograrlo y me siento realmente mal.

Creencias racionales: Son aquellas que favorecen formas de comportarnos que nos lleven hacia nuestros objetivos. Una de las características esenciales que poseen es “relatividad”, algo que se opone al absolutismo. Por ejemplo: “Es útil ser gracioso cuando hablo”, o “Es preferible resultar atractivo desde el principio”.  Son creencias que no tienen un componente de obligación tampoco, por lo tanto cuando no se cumplen, si bien puede darse emociones negativas como la tristeza o el disgusto, éstas no alcanzan la intensidad suficiente como para bloquear el camino hacia el objetivo de la persona (como ocurre en el caso de las irracionales); puede volver a bromear, o puede crear atractivo  a la larga.


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