Autoestima
La autoestima es el valor que el individuo atribuye a su persona y a sus capacidades. Es una forma de pensar positivamente, una motivación para experimentar diferentes perspectivas de la vida, de enfrentar retos, de sentir y actuar qué implica que nosotros nos aceptemos, respetemos, confiemos y creamos en nosotros mismos.La autoestima presenta dos dimensiones, uno de ellas es el concepto propio, el cual es la idea que tenemos acerca de quienes somos o cual va a ser nuestra identidad, y la fabricamos mediante la conducta que desarrollamos. Y por otro lado tenemos el amor propio, es el significado más directo de la palabra auto (sí mismo/a) estima (amor, aprecio). Quererse a sí mismo, ni es egoísmo, ni es enfermizo; es un sentimiento fundamental.
La valoración de uno mismo se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias por las que pasamos y hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Ésta puede variar a través de las diferentes áreas de la experiencia de acuerdo con el sexo, la edad y otras condiciones.
En general, la autoestima se construye dependiendo de la aceptación que tengamos en el medio (ambiente familiar, social y educativo) en el cual nos desenvolvemos, de cómo nos reciben los demás y lo que ellos esperan de nosotros.
La influencia que tiene la familia en la autoestima del niño cuando está creciendo es muy primordial, ya que esta es la que le trasmite o le enseña los primeros y más importantes valores que llevaran al niño a formar, a raíz de estos, su personalidad y su nivel de autoestima.
Si estamos con personas en nuestra sociedad que no nos aceptan, que nos ponen condiciones para querernos disminuye la autoestima. La baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar acerca de nosotros mismos. Una persona con baja autoestima se siente desadaptada, piensa que vale poco, le cuesta trabajo tomar decisiones importantes por no confiar en su propias habilidades, etc.
La autoestima llega a ser una clave para el éxito o el fracaso, para comprenderse y comprender a los demás. Recordemos que la autoestima tiene dos dimensiones: la autoconsciencia del yo y el amor propio. Todo ello genera aceptación, confianza y respeto por si mismo, interés por su desarrollo, enfrentarse a los desafíos de la vida (comprender y superar los problemas), y el derecho de ser feliz (alcanzar y defender sus metas y necesidades).
Tipos de autoestima y cómo mejorarla
Autoestima alta
También llamada autoestima positiva, es el nivel deseable para que una persona logre sentirse satisfecha en la vida, sea consciente de su valía y de sus capacidades y pueda enfrentarse a los inconvenientes de forma resolutiva.
Autoestima media
Esta autoestima media o relativa supone cierta inestabilidad en la percepción de una misma. Si bien en algunos momentos la persona con autoestima media se siente capaz y valiosa, esa percepción puede cambiar al lado opuesto, a sentirse totalmente inútil debido a factores variados, pero especialmente a la opinión de los demás.
Autoestima baja
Ineptitud, incapacidad, inseguridad y fracaso son los términos que acompañan a una persona con autoestima baja. Se trata de un estado de autoestima que debemos evitar en nuestro camino hacia la felicidad.
Lo ideal es mantener la autoestima alta y para ello existen una serie de técnicas que iremos viendo a lo largo de las siguientes semanas. Hay que tener muy claro que la autoestima se puede mejorar, aumentar y que no solo se puede, sino que además se debe. Porque los problemas de autoestima no afectan solo a al desarrollo personal.
Los problemas de autoestima se observan en todos los ámbitos de la vida, desde las relaciones sociales, hasta la vida sentimental, pasando por el ámbito laboral. Una autoestima baja puede llevarnos a un menor rendimiento en el trabajo, a una inseguridad personal que genere trastornos emocionales o a mantener relaciones de pareja dependientes y autodestructivas. Para evitarlo, practicaremos con la autoestima hasta que logremos llevarla a los niveles adecuados.
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